Fe inquebrantable: mujeres durante la pandemia

Con motivo del Día de la Mujer, invitamos a mujeres de todo el mundo a contarnos sobre su fe inquebrantable, durante este año de pandemia

Mujeres: fe inquebrantable

Los efectos de la pandemia se siguen sintiendo en todos los rincones del mundo. A todos nos afecta, pero para las mujeres fue un golpe devastador.

Según un informe de UN Women y ILO (Organización Internacional del Trabajo), dos tercios de los puestos de trabajo perdidos debido al COVID-19 recayeron sobre las mujeres.

Debido a las medidas de cuarentena y al cierre de las escuelas, las mujeres suelen estar solas al tener que conciliar el trabajo y el cuidado de los niños.

Pero las mujeres están lejos de estar derrotadas.

En el Día Internacional de la Mujer, queremos celebrar su fuerza.

Invitamos a unas mujeres, de entre 18 y 91 años, a contarnos sus experiencias.

En un momento difícil como el que vivimos, su fe es inquebrantable.

Angelita, 91 años, Ecuador

Mujeres: fe inquebrantable (Ecuador)

Todo sucedió rápidamente. Mis hijos me dijeron que no podía salir de casa.

Pero un día no pude soportarlo más. Empecé a caminar por un sendero de montaña. No había nadie, como si todos hubieran desaparecido.

Tengo miedo, no sé qué pasará con mis hijos y nietos. No me quedan muchos años de vida, pero la vida de mis nietos apenas comienza.

Sueño con un mundo de paz, sin discriminación, sin maldad. Un mundo donde hombres y mujeres sean tratados por igual y donde no haya más violencia contra la mujer.

Mujeres: fe inquebrantable (Ecuador)

Las mujeres somos como rosas: hermosas, únicas y especiales, y nuestras espinas son las lecciones de la vida y los desafíos que enfrentamos todos los días. Nuestro día a día es luchar y crecer a la luz del sol, sin importar cuán fuerte sea el viento o la lluvia.

Anne, 44 años, Kenya

Mujeres: fe inquebrantable (Kenya)

Soy profesora, pero como las escuelas están cerradas, estoy en casa sin trabajo. El estrés de la situación me provocó úlceras de estómago.

Sin embargo, la iglesia y los voluntarios de Compassion siempre nos ayudan y nos hacen sentir parte de una gran familia,y una cosa que hace una familia es orar unida. De hecho, oran conmigo y con mis hijos.

Mujeres: fe inquebrantable (Kenya)

Me gusta que mis hijos aprendan acerca de Dios, porque con Él todo es posible. Y cuando tienen su amor en sus corazones, nada es imposible.

Shokhina, 70 años, Bangladesh

Mujeres: fe inquebrantable (Bangladesh)

Siempre he vivido una vida sencilla, nací en una familia pobre. Pero la pandemia nos ha enseñado que si pensamos que nos hemos enfrentado a lo peor, estamos equivocados: lo peor puede empeorar.

Mujeres: fe inquebrantable (Bangladesh)

Pero una cosa permanece sin cambios: nuestra esperanza y confianza en el Todopoderoso.

Mis nietos son parte del programa de apadrinamiento y esto es una bendición de Dios.

Ni siquiera quiero pensar en lo difícil que hubiera sido la vida en los primeros tres meses de la pandemia sin la ayuda de Compassion.

Danielly, 38 años, Brasil

Mujeres: fe inquebrantable (Brasil)

La historia del pueblo negro en Brasil es una historia de luchas contra la discriminación, pero siempre hemos superado las dificultades con la música y la alegría. A pesar de los desafíos de la pandemia, puedo soñar con días mejores.

Sé que tomará un tiempo volver a la normalidad, pero confío en Dios y sé que Él nos está protegiendo.

Mujeres: fe inquebrantable (Brasil)

También sé que los desafíos nos ayudan a crecer. Y quiero que mis hijas sean fuertes y estén orgullosas de sus raíces.

Maharti, 40 años, Indonesia

Mujeres: fe inquebrantable (Indonesia)

Solía producir y vender tres rollos de tela cada mes, pero durante los primeros meses de la pandemia, mis ventas se desplomaron.

Mucha gente empezó a perder sus trabajos, todas las familias se vieron muy afectadas.

Mujeres: fe inquebrantable (Indonesia)

En estos tiempos difíciles, estoy comenzando a ayudar a mi familia nuevamente con la fabricación de telas, aunque sea complicado. Es una técnica antigua y tradicional que corre el riesgo de perderse. Espero poder transmitírselo a mi hija.

Diana, 18 años, Nicaragua

Mujeres: fe inquebrantable (Nicaragua)

Debido a mi enfermedad, el lupus, no puedo pasar mucho tiempo con mis amigas. Tengo que quedarme en casa.

Por esto, he aprendido a apreciar más el tiempo que paso con mis hermanos y mi madre.

Aunque se habla de una vacuna, no sabemos cuándo llegará a Nicaragua debido a la difícil situación que atraviesa el país. Los efectos del malestar social de 2018 todavía se sienten hoy.

Mujeres: fe inquebrantable (Nicaragua)

Puede que nunca pueda correr debido a esta enfermedad, pero sé que mi mente puede llevarme más lejos de lo que puedo imaginar.

Creo que el Señor siempre estará a mi lado, y eso marca toda la diferencia.

Yhovana, 33 años, Bolivia

Mujeres: fe inquebrantable (Bolivia)

Cuando la pandemia golpeó a nuestro país, no tenía nada. Ni siquiera un poco de leche para mis hijos. Mi esposo dejó de recibir su salario. Nuestro desayuno consistía en un vaso de agua con un poco de canela.

Mientras ayudaba en una granja, conseguía tripas de pollo para alimentar a los cerdos. Recogí las mejores partes para cocinarlas para mis hijos.

Mujeres: fe inquebrantable (Bolivia)

Gracias al Señor, la iglesia y el centro Compassion nos apoyaron en el momento adecuado. Siempre vienen a nosotros con grandes suministros de comida.

Todavía recuerdo aquella vez que vinieron con un regalo para nosotros: un buen pollo para comer, ¡me conmovió!

Puedo decirlo claramente: Dios siempre nos provee y nos ayuda. Seguimos adelante con la ayuda del Señor.

Beatrice, 33 años, Burkina Faso

Mujeres: fe inquebrantable (Burkina Faso)

En mi pueblo, las mujeres enfrentan muchos problemas. No hay trabajo para las mujeres: tienen que quedarse en casa o administrar pequeñas tiendas para mantener a la familia.

Sin embargo, estoy muy feliz porque gracias a Compassion tuve la oportunidad de aprender a tejer y hacer telas tradicionales. Ahora agradezco a Dios que tengo mi pequeño trabajo.

Mujeres: fe inquebrantable (Burkina Faso)

Algo positivo que pasó durante el confinamiento, es que pasamos más tiempo juntos como familia. ¡Esto también fue una bendición durante el tiempo de emergencia!

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